El Perro que Fuma....
No es un lugar mas, tampoco es un lugar cualquiera.... existe desde el 1904
Se trata de un centenario boliche que lleva un nombre muy especial en alusión al fiel compañero de un marino inglés que supuestamente se haya establecido en Montevideo a fines del siglo XIX.
Como todo buen inglés de la época victoriana fumaba en pipa y era tan compañero de su mascota que ésta terminó por imitarlo. ¿Vieron que siempre hay un inglés en casi todas las historias de marineros con perros o con patas de palo?
El boliche de marras, datado desde 1904 por los memoriosos, supo estar lleno en la época en que el Mercado del Puerto hervía de gente, entre el personal de la estiba (estibado hoy por un puerto de contenedores) y la Terminal de ómnibus de Cutcsa, que ponía ebullición de hormiguero en la zona.
Entonces EL PERRO QUE FUMA se poblaba de personajes, la atmósfera se volvía irrespirable y la perfumada mezcla del humo del tabaco con la caña generosa predisponía al diálogo o al templado de la guitarra.
Hermoso tiempo de un Montevideo que perdió muchos de sus entornos mas característicos y cerró las puertas de tantos boliches de señalada personalidad como Las Telitas, El Solís, El Patriota, el Venus, el 42/43, el Yacaré, el Sorocabana, el Hacha y tantos otros, como el del curioso nombre que hoy traemos a colación.
EL PERRO QUE FUMA
El perro de marras tendrá bien claro la copla de Jorge Manrique de que todo tiempo pasado fue mejor.
Hoy no goza de sus mejores tiempos.
Después de estar un tiempo cerrado, volvió a abrirse poco tiempo ha, gracias al esfuerzo de un mercedario de 54 años y pelo entrecano, lo que denota su largo caminar entre experiencias y recuerdos.
Y el desafío de enfrentar la reválida de un boliche legendario con larga historia en la vida del Mercado del Puerto.
Varela sabe poco del pasado del boliche pero sabe la última novedad: el boliche figura en Internet.
Cuando vino de Mercedes a Montevideo recaló en Villa Española, donde alquiló una casa frente a la fábrica Funsa, por entonces en plena actividad.
Su vecino Ariel Núñez le ofreció trabajo en un bar frente a la fábrica, donde Varela trabajó por dos años.
Pero claro, cuando FUNSA cerró, el dueño también cerró el café.
Después compró un bar en la ciudad vieja, más concretamente en el Mercado del Puerto con el nombre de El Perro que Fuma.
El pobre hacia bastante tiempo que estaba cerrado, con las persianas bajas.
Al año siguiente Núñez le pidió que lo trabajara y Varela terminó por comprarle la llave.
Várela sabe muy bien que tiene entre manos un boliche con historia, tal vez de las más interesantes de Montevideo.
¿Saben que el nombre de EL PERRO QUE FUMA es bastante común en la red y que se aplica a una gran cantidad de negocios?
Veamos algunos:
-Un Restauran! en Gijón. España, calle del poeta Ángel González 18, bajo 1.
-Una galería de arte en Morelia, Michoacán, México.
-Una pizzería en Buenos Aires, J. Alvarez 2522, Capital Federal.
-Una región en los Picos de Europa, en el corazón de Santander en España (los 3 hermanitos y el perro que fuma)
-Un bar en Montevideo (Uruguay).
-¿Y saben que hay varios dichos y acertijos sobre el tema?:
-Uno de ellos dice que "hay un sueco que tiene un perro que bebe cerveza y otro que fuma Blue Mast", tal vez sea un reclame de marca de cigarros.
-Hay un acertijo llamado así de Einstein.
-Y finalmente un paseo de Deporte aventura en España a escalar el monte del Perro que fuma.
Algunas fotos.
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